martes, 6 de mayo de 2008

INTRODUCCIÓN * 10 de mayo de 2008

another one Dice number 2

bienvenidas y bienvenidos a la sala de paltalk 'punto.es'
quizás os sorprenda el título de hoy, "mi no comprender". una frase que fue común tópico en los primeros años del turismo de masas, cuando era muy frecuente comentar de algún turista que respondió "mi no comprender", para referir que uno se había esforzado en indicarle algo, y el turista, evidentemente, no entendió. alguna comedia de fabricación española (¡era otro cine!) expuso este tópico...
pero más allá del tópico, esta frase hace hincapié en lo importante que es comprender aquello que leemos, aquello que escuchamos, para poder retener, interiorizar y procesar, una lengua diferente a la nuestra. hoy pondremos a prueba nuestra comprensión lectora -pero con el texto delante-, con un invitado de lujo: el primer capítulo de don quijote de la mancha, clásico entre los clásicos de la literatura universal. y, ¿por qué no?, también nos acercaremos al mundo infantil escuchando un cuento, cuya canción era popular en la infancia de algunos...
(y algunos estamos contentos por las lluvias que estamos recibiendo, después de meses de sequía. lluvia que cae generosamente, lluvia que es bienvenida)
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joel nakuro

domingo, 4 de mayo de 2008

a) reglas de acentuación en castellano (y 2)

A las reglas de acentuación que vimos la pasada semana, se presentan las siguientes excepciones: diptongos, triptongos e hiatos. No os asustéis. Las reglas para determinar diptongos, triptongos e hiatos, quizás parezcan más complicadas, o "menos" fáciles de tener en cuenta, pero, en todo caso, es cuestión de fijarse en la lectura, practicar...
*
Un diptongo, es el conjunto de dos vocales dentro de una misma sílaba, una de ellas será siempre una vocal cerrada (i, o u). Así, cuando observamos que las dos vocales que aparecen juntas dentro de una misma sílaba son abiertas (a, e u o), podemos afirmar que no hay diptongo. Por ejemplo, existirá diptongo en palabras como a-vión, Jai-me, cuer-po, viu-do..., pero no en hé-ro-e, a-ho-ra... (Así, en el momento de separar las sílabas, vemos cómo en los ejemplos anteriores, se ha separado en función de qué combinación de vocales se da).
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Un triptongo aparece cuando son tres las vocales que aparecen dentro de una misma sílaba. La vocal situada en el centro es siempre abierta, en tanto que las de los extremos son cerradas. Existen siete posibles triptongos: • uai (uay cuando este triptongo se halla a final de palabra): a-ve-ri-guáis, U-ru-guay... • uei (uey cuando se encuentra a final de palabra): a-ve-ri-güéis, Ca-ma-güey... • iai: i-ni-ciáis... • iei: i-ni-ciéis... • iau: miau... • ioi: hioi-des... • uau: guau...
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Si encontramos una h intercalada es posible la existencia de un diptongo o triptongo. Cuando dos vocales se encuentran en contacto dentro de una palabra, pero no forman parte de la misma sílaba, se dice que existe un hiato.
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Existen tres clases de hiatos: • Hiato producido por el encuentro por dos vocales abiertas. Siempre que se encuentran dos vocales abiertas, se produce un hiato:
Re-hén, al-de-a, le-ón
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• Hiato producido por el encuentro de una vocal cerrada tónica, situada delante o detrás de una vocal abierta átona:
Ba-hí-a, o-í-do, fan-ta-sí-a
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• Hiato producido por el encuentro de una vocal cerrada átona con abierta tónica (gui-ón, tru-hán). Es el caso menos frecuente. Se trata siempre de palabras agudas terminadas en vocal o en n. Como ya se ha comentado, el encuentro entre dos vocales cerradas, a efectos de acentuación, se considera como diptongo.
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Colocación de la tilde. Diptongos:
La acentuación de los diptongos sigue las reglas básicas. Si el acento de la palabra recae sobre una sílaba con diptongo, y ésta debe llevar tilde según las reglas generales, la tilde se coloca sobre la vocal abierta (a, e u o). Por ejemplo:
Co-rréis (sería aguda), hués-ped (sería llana)
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Cuando son dos vocales cerradas las que están en contacto (ui o iu), a efectos de acentuación, las consideramos como un diptongo. Del mismo modo que para el resto de los diptongos, si a dicho diptongo le corresponde una tilde, esta se coloca en el segundo elemento:
Cuí-da-te, je-suí-ti-co, des-truí, pero je-sui-ta, des-truir
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Triptongos. En los triptongos se sigue la regla general de los diptongos. Se coloca la tilde en la vocal abierta del triptongo:
A-ve-ri-guáis, li-cuéis
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En los triptongos agudos terminados en -uay y -uey se siguen las mismas normas citadas en los diptongos respecto a la y final y, por tanto, no se acentúan palabras como buey, Uruguay...
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Hiatos. Si el hiato consiste en la unión de dos vocales abiertas, la tilde se coloca según las reglas generales:
Le-ón, co-á-gu-lo
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Si una de las vocales es cerrada, y el posible diptongo se ha deshecho debido a que sobre ella se carga la fuerza de pronunciación de la palabra, la tilde se coloca sobre esta vocal cerrada, independientemente de que le correspondiera según las reglas generales:
Ca-í-da, son-re-ír, re-ú-no
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Cuando la vocal tónica es la abierta, se coloca sobre ella la tilde, siempre que se trate siempre de palabras agudas terminadas en vocal o en n:
Lié (yo, del verbo liar, enredar), Sión, truhán
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sábado, 3 de mayo de 2008

b) con acento español. ejercicios de acentuación

Debemos acentuar las siguientes palabras, si es necesario, pues no todas necesitan acento, e indiquemos si son palabras esdrújulas, llanas o agudas:
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cancion - actitud - logica - germen - enfatico - dinero - almacen - cristal - indigena -atun - mendigo - imagen - honradez - medico - cascara - interes - fragil - habil - lleno -tonica - hidalgo - escudero - barbero - Rocinante - atril - biblioteca - alguacil - gigante - molinero - harina - formacion - magnifico - pacifico - principe - burlon

viernes, 2 de mayo de 2008

c) verbo ser vs verbo estar (2)

Adjetivos que cambian de significado al usarse con ser o estar
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Ser abierto, comunicativo vs estar abierto
Ser aburrido vs sentir (estar) aburrimiento
Ser atento, servicial, amable vs prestar atención
Ser bueno, honesto, noble vs estar bueno, bien de salud, de sabor, atractivo
Ser callado, de carácter vs estar callado, no hablar
Ser cansado, que produce agotamiento vs sentir cansancio
Ser católico vs estar católico, sentirse bien de salud
Ser dispuesto, educado, servicial vs estar preparado para algo
Ser fresco, descarado, nuevo vs estar no caliente
Ser grave, algo serio vs estar grave, muy mal de salud
Ser interesado, egoísta vs sentir interés por algo
Ser listo, inteligente vs estar preparado, listo para hacer algo
Ser malo, vil, cruel vs estar enfermo, tener mal sabor
Ser molesto, que produce molestias vs sentirse incómodo
Ser muerto, ser aburrido vs estar sin vida
Ser negro, de color vs estar negro, enfadado
Ser orgulloso, soberbio, arrogante vs estar orgulloso, sentirse orgulloso
Ser verde, por el color, obsesionado por el sexo vs no estar maduro
Ser violento vs encontrarse, sentirse incómodo
Ser vivo, alegre vs estar vivo, con vida.
**
1.- Juan es muy atento, me ayuda aunque él tenga poco tiempo.
2.- Siempre lee revistas pornográficas, es un viejo verde.
3.- Es comprometido decir lo que uno piensa en público.
4.- Podemos irnos cuando quieras, ya está listo.
5.- No puede confiarte ese trabajo, (tú) estás verde todavía.
6.- La cerveza no está fresca, acabo de meterla en la nevera.
7.- No puedo prestarte dinero, estoy limpio.
8.- Estoy negro, me han echado del trabajo.
9.- Es un tipo muy listo, nadie puede engañarle.
10.- Hay que estar atento porque habla muy deprisa.
11.- Has dado tu palabra, estás comprometido con él.
12.- (Tú) Eres listo si crees que te van a hacer caso.
13.- El carbón es negro.
14.- Es un chico muy vivo, parece una ardilla.
15.- ¡No eres fresco!, esas cosas no se dicen.
16.- Hacerle eso a un ancianito no es decente.
17.- Hay que dar gracias porque (nosotros) estamos vivos.
18.- No está decente para presentarse ante ellos.
19.- Hay que pagar un impuesto especial por ser católico.
20.- No sé qué me pasa, no estoy muy católico.

jueves, 1 de mayo de 2008

d) verbo ser vs. verbo estar (y 3)

Resumen de los usos más frecuentes de ser y estar:
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SER
cualidades esenciales
nacionalidad, procedencia: "estas magdalenas son de mi pueblo".
materia: "esta chaqueta es de cuero".
profesión: "mi abuela era modista".
cualidad permanente: "el vino de Málaga es dulce".
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ESTAR
cualidades circunstanciales
actitud, intención: "estoy a favor de la huelga".
cargo, función o actividad temporal: "Inma está de administrativa".
apreciación del hablante: "Pedro está muy alto para su edad".
situación temporal: "Rafa estuvo de fiesta anoche".
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SER
definiciones y caracterizaciones
"el español es la tercera lengua más hablada del mundo"
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ESTAR
localización y postura
"Galicia está en el noroeste de España".
"estoy de pie".
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SER
precio
"¿Cuánto es? Son 3 euros".
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ESTAR
precio temporal
"¿A cuánto están hoy los tomates?".
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SER
fecha y hora
"¿Qué hora/día es? Son las 12/ es viernes".
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ESTAR
fecha y temperatura
"Estamos a 20 de marzo". / "El agua está a 20ºC".
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SER
espacio y tiempo de un evento
"El partido fue el domingo".

e) no sé si si estoy o no estoy. verbos ser y estar

Completemos las frases utilizando, según convenga, el verbo ser o el verbo estar.

*
1 .- Hoy es su día de descanso, por eso no está aquí.
2.- La conferencia va a ser en el aula magna.
3.- Como su familia está fuera, entra y sale cuando quiere.
4.- Yo estoy tan nerviosa porque aún no sé el resultado del examen.
5.- Juan es muy nervioso por eso nunca hace trabajos de precisión.
6.- Ese chico es muy atrevido, hace cosas increíbles.
7.- Este traje te está muy bien.
8.- Dentro de la cueva está oscuro.
9.- Esta tarta está de rechupete.
10.- El descubrimiento de América fue en 1492.
11.- Ese vestido es nuevo ¿verdad?
12.- Chica ¿qué haces con la ropa? Ese traje te lo compraste hace tiempo, pero está nuevo.
13.- Los caminos están cortados porque ha nevado mucho.
14.- Yo estoy a tu lado para lo bueno y lo malo.
15.- Yo soy de tu opinión, entonces nosotros estamos de acuerdo.
16.- Es una persona muy tranquila, no se altera por nada.
17.- Puedes estar tranquila, yo lo arreglaré todo.
18.- Podéis entrar si no os importa estar de pie.
19.- (Tú) ¿Eres malo ¿por qué pegas al niño?
20.- ¿Estás (tú) malo? Tienes muy mal aspecto.
21.- Últimamente está (él) muy extraño. Nunca lo había visto así.
22.- Es muy extraño que no haya venido ni llamado para avisar.
23.- Ya estamos primavera y sin embargo hace mucho frío.
24.- Ya es en primavera, el campo está lleno de flores.
25.- Es aquí donde viví durante los años en que estuve a su servicio.

miércoles, 30 de abril de 2008

1) don quijote. primer capítulo

Por la manchega llanura
Se vuelve a ver la figura
De don Quijote, pasar
Y ahora ociosa y abollada
Va en el rucio la armadura
Y va ocioso el caballero
Sin peto y sin espalda.
Va cargado de amargura
Que allá encontró sepultura
Su amoroso batallar
Va cargado de amargura
Que allá quedó su ventura
En la playa de Marcimo
Frente al mar.
Cuántas veces don Quijote
Por esa misma llanura
En horas de desaliento
Así te miro pasar
Y cuántas veces te grito
Hazme un sitio en tu montura
Y llévame a tu lugar.
Hazme un sitio en tu montura
Caballero derrotado
Hazme un sitio en tu montura
Que yo también voy cargado de amargura
Y no puedo batallar
Ponme a la grupa contigo, caballero del honor
Ponme a la grupa contigo y llévame a ser contigo, contigo pastor
Por la manchega llanura
Se vuelve a ver la figura
De donde Quijote pasar
Va cargado de amargura
Va vencido el caballero
Que retornó a su lugar
**

un caballero en busca de aventuras
*
1) En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, vivió hace mucho tiempo un hidalgo alto y seco de carnes que rondaba los cincuenta años y tenía fama de hombre bueno. Cuentan que se llamaba Alonso Quijano y que llevaba una vida modesta y sin lujos, aunque en su casa nunca faltó la comida ni unas buenas calzas de terciopelo que lucir los días de fiesta. Don Alonso vivía con una criada que pasaba de los cuarenta años y con una sobrina que no llegaba a los veinte, y era un hombre madrugador y amigo de la caza que había trabado una estrecha amistad con el cura y el barbero de su aldea. Por su condición de hidalgo, apenas tenía obligaciones, así que dedicaba sus muchas horas de ocio a leer libros de caballerías. Y tanto se aficionó a las historias de gigantes y batallas, caballeros andantes y princesas cautivas, que llegó a vender buena parte de sus tierras para comprar libros y más libros.
-
De día y de noche, don Alonso no hacía otra cosa más que leer. Por culpa de los libros, abandonó la caza y descuidó su hacienda, hasta que a fuerza de tanto leer y tan poco dormir, se le secó el cerebro y se volvió loco. A veces soltaba de golpe el libro que tenía entre manos, blandía con fuerza su vieja espada y empezaba a acuchillar las paredes como si se estuviera defendiendo de una legión de fieros gigantes. Se había convencido de que todo lo que contaban sus libros era verdad, y así fue como se le ocurrió el mayor disparate que haya pensado nadie en el mundo: decidió hacerse caballero andante y echarse a los caminos en busca de aventuras.
-
2) "Me llamaré don Quijote de la Mancha", se dijo. "Batallaré contra gigantes y malandrines, defenderé a los huérfanos y a las viudas y me haré famoso con mis hazañas".
-
De modo que un día de julio al amanecer se puso una armadura de sus bisabuelos, montó a lomos de su caballo y se escapó por la puerta trasera de su casa, decidido a probar su valentía en mil y una aventuras. Llevaba una lanza y una espada que habían criado polvo en un rincón durante muchos años, y lo primero que hizo al salir de su aldea fue pensar en su amada Dulcinea del Toboso. "Seguro que estará bordando mi nombre con hilos de oro", se dijo. Y es que, como todos los caballeros andantes amaban a una princesa, don Quijote se había buscado una dama a la que adorar y servir. Tras darle muchas vueltas al asunto, había elegido a una moza labradora del pueblo del Toboso de la que había estado enamorado en otro tiempo. Se llamaba Aldonza Lorenzo, tenía sobre el labio un lunar que parecía un bigote y podía tumbar a un puerco con una sola mano, pero don Quijote le había dado el nombre principesco de Dulcinea y se la imaginó como una dama criada entre algodones, con los cabellos rubios como el oro y con la piel más blanca que el marfil.
-
3) El día en que don Quijote salió de su aldea, el sol calentaba con tanta fuerza que faltó muy poco para que al hidalgo se le derritiesen los pocos sesos que le quedaban. Su caballo avanzaba muy despacio, porque el pobre estaba en los huesos y tenía poco aguante, aunque a don Quijote se le antojaba la bestia más recia y hermosa del mundo. Hacía pocos días que le había puesto el nombre de Rocinante, que le parecía sonoro y musical y muy apropiado para el caballo de un gran caballero.
-
Iba don Quijote imaginando batallas cuando de pronto se entristeció al pensar: "Según la ley de caballería, sólo podré entablar combate cuando me haya armado caballero en una solemne ceremonia. Pero no importa", añadió: "al primero que aparezca por el camino le pediré que me arme caballero".
-
Sin embargo, en todo el día no se cruzó con nadie, y ni siquiera encontró un lugar donde comer, así que al caer la tarde don Quijote y su caballo iban tan cansados como muertos de hambre. Por fortuna, antes de que anocheciera asomó una venta junto al camino y, al verla, don Quijote empezó a decirse:
-
4) "¡Qué castillo tan magnífico! ¡Qué torres, qué almenas, qué foso", porque, como estaba loco de atar, todo lo que veía le parecía igual a lo que contaban sus libros. A la puerta de la venta vio a unas mujerzuelas y las tomó por delicadas princesas, y al oir que un porquero llamaba a sus cerdos pensó que era un centinela dándole la bienvenida.
-
-Señor mío -le dijo al ventero, que era un andaluz gordo y pacífico-, ¿podríais hospedarme en vuestro castillo?.
-
Cuando el ventero vio a aquel espantajo alto como un ciprés y con una armadura tan vieja y descompuesta, estuvo a punto de echarse a reir, pero pensó que le convenía ser prudente y respondió con toda cortesía:
-
-Sea muy bienvenido el caballero, que en este castillo le serviremos lo mejor que sepamos.
-
5) Cenó don Quijote un bacalao mal remojado y peor cocido y un pan más duro y negro que el alma del demonio, aunque a él le pareció que estaba comiendo mejor que un príncipe. Acabada la cena, don Quijote se arrodilló ante el ventero y le dijo:
-
-No me levantaré de aquí, valeroso caballero, hasta que me otorguéis un don que quiero pediros.
-
El ventero no supo qué responder, y don Quijote siguió diciendo:
-
-Querría que me armáseis caballero para que pueda socorrer con mis armas a los menesterosos que hay por esos mundos.
-
El ventero, que era muy burlón, vio que podía divertirse un rato a costa de aquel loco, así que le siguió la corriente y dijo:
-
-En verdad que no hay ejercicio más honroso que la caballería andante, a la que yo mismo me dediqué en mi juventud. Fueron tantos los huérfanos a los que maltraté y las viudas a las que pervertí que acabé pasando por casi todos los tribunales de España. De modo que yo sabré armaros caballero mejor que nadie en el mundo.
-
-Entonces decidme dónde puedo velar las armas, porque, según la ley de caballería, antes de ser armado caballero, debo pasarme toda una noche vigilando mi armadura ante un altar.
-
-Ahora mismo no tenemos capilla en este castillo -respondió el ventero con mucho desparpajo-, porque la hemos derribado para hacerla de nuevo, pero podéis velar las armas en el patio, que nadie os molestará.
-
6) Así que don Quijote salió al patio, se quitó la armadura, la dejó junto a un pozo y empezó a pasearse alrededor con semblante muy serio como si estuviera haciendo la cosa más importante del mundo. Con el escudo pegado al pecho, la lanza en la mano y la luz de la luna iluminándole la frente, parecía un fantasma recién salido del infierno. Los huéspedes de la venta le miraban desde lejos y no paraban de reírse, pensando que en toda la Mancha no había un hombre más loco que aquel.
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Llevaba don Quijote un buen rato de vela cuando salió al patio un arriero que tenía que dar de beber a sus bestias. Y, como la armadura de don Quijote le molestaba para sacar agua del pozo, la cogió y la tiró tan lejos como pudo, pensando que era un trasto viejo.
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-Pero, ¿qué hacéis, canalla? -le gritó don Quijote.
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Y, sin pensarlo dos veces, alzó su lanza y le dio tal golpe al arriero en la cabeza que lo derribó al suelo y lo dejó medio muerto y con los ojos en blanco. Viendo aquello, los compañeros del herido salieron al patio hechos una furia y comenzaron a tirar piedras contra don Quijote, que se escondía tras su escudo para evitar los golpes, pero no se separaba del pozo por no dejar a solas su armadura.
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-¡Venid aquí, bribones -decía-, que voy a daros lo que os merecéis!
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7) Pero las piedras siguieron lloviendo cada vez con más fuerza, y don Quijote sólo salvó la cabeza gracias a que el ventero salió por una puerta gritando:
-
-¡Dejen de tirar piedras!¿No ven que ese hombre no sabe lo que hace?
-
-¡Juro por la fermosa Dulcinea del Toboso que castigaré esta ofensa! -clamaba don Quijote.
-
Cuando el ventero logró por fin apaciguar a los que tiraban las piedras, salió a toda prisa al patio y le dijo a don Quijote:
-
-Ya habéis velado bastante las armas. Arrodillaos, que voy a armaros caballero.
-
Entonces sacó el libro en el que anotaba los gastos de sus clientes y, mientras hacía como que leía una oración, golpeó a don Quijote con la espada en la nuca y los hombros, tal y como se hacía en los libros de caballerías.
-
-Yo os nombro caballero -proclamó.
-
8) La ceremonia era un puro disparate, pero don Quijote no cabía en sí de gozo.
-
Abrazó al ventero con entusiasmo y le dijo:
-
Abridme las puertas del castillo, porque debo partir cuanto antes a ayudar a las viudas y a los huérfanos.
-
-Primero tendréis que pagarme la cena y la paja de vuestro caballo -respondió el ventero.
-
-¿Pagaros?
-
-¿Es que no lleváis dinero?
-
-Ni blanca, porque nunca he leído que los caballeros andantes lleven dinero encima.
-
-Los libros no lo dicen porque está claro como el agua, pero los caballeros llevan siempre dinero y camisas limpias. Y los escuderos que los acompañan cargan con vendas y pomadas por si han de curar las heridas de su señor.
-
-Buen consejo es ése -dijo don Quijote-, y prometo seguirlo en cuanto pueda.
-
9) Y así lo hizo: poco después de amanecer, decidió regresar a su aldea para hacerse con dinero y camisas limpias y para tomar un escudero que lo acompañara en sus aventuras. Y en eso iba pensando cuando vio venir a un grupo de hombres y se propuso aprovechar la ocasión para rendir homenaje a la hermosura de Dulcinea. De modo que se apretó el escudo contra el pecho, alzó la lanza y se detuvo en mitad del camino.
-
-¿Qué queréis? -le preguntaron los viajeros al acercarse, viendo que aquel hombre armado y de tan extraña figura no les dejaba pasar.
-
-¡Que confeséis que Dulcinea del Toboso es la doncella más fermosa del mundo! -contestó don Quijote.
-
Al oir aquello, los viajeros no tuvieron duda alguna de que aquel hombre estaba loco de remate. Uno de ellos, que era muy amigo de las bromas, le contestó a don Quijote en son de burla:
-
-Señor caballero, nosotros somos mercaderes y vamos a Murcia a comprar sedas. Jamás en la vida hemos oído hablar de esa tal Dulcinea del Toboso, así que no sabemos cómo es. Pero mostradnos un retrato suyo y, aunque sea tuerta de un ojo y le salgan espumarajos por la boca, diremos que es la doncella más hermosa del mundo.
-
-¿Tuerta Dulcinea? -rugió don Quijote-. ¿Espumarajos en su boca?¡Pagaréis esos insultos con la vida!
-
Y, sin decir nada más, apuntó a los mercaderes con su lanza y galopó contra ellos con intención de matarlos. Pero, a poco de echar a correr, Rocinante tropezó con una piedra, y don Quijote acabó rodando por el suelo en medio de una gran polvareda.
-
10) Entonces el mercader burlón le arrebató la lanza y comenzó a apalearlo con tantas ganas que lo dejó molido como blanca harina.
-
-¡Bribones, malandrines! -gritaba el hidalgo.
-
Tras darle una buena tunda, los mercaderes se fueron y don Quijote se quedó a solas. -
Intentó levantarse, pero no podía, por culpa del peso de las armas y del dolor de los huesos. Y así hubiera pasado muchos días hasta morirse de hambre de no ser porque apareció por el camino un labrador de su misma aldea que le hizo la caridad de recogerlo y llevárselo a lomos de su asno.
-
-Pero, ¿quién os ha dejado así, señor Quijano? -le decía.
-
-Diez o doce gigantes altos como una torre -respondió don Quijote.
-
Cuando llegaron a la aldea, la casa del hidalgo andaba de lo más alborotada. Su sobrina y su criada llevaban tres días sin saber nada de él y pensaban que algo malo le había sucedido. El cura y el barbero de la aldea habían llegado a la casa preguntando por don Alonso, y la sobrina les decía muy preocupada:
-
-¡Mi tío se ha vuelto loco de tanto leer libros de caballerías!
-
-¡Con el buen juicio que tuvo siempre! -se lamentaba maese Nicolás, que así se llamaba el barbero.
-
11) En esto, se oyeron en la calle unos grandes suspiros de dolor y todos salieron a la puerta a ver lo que pasaba.
-
-¡Don Alonso! -exclamó la criada cuando descubrió a su amo atravesado sobre el asno.
-
-Llevadme a mi cama -susurró don Quijote-, que he caído de mi caballo cuando combatía contra diez gigantes.
-
"¿Conque gigantes...?", se dijo el cura. "Por mi vida que mañana mismo quemaré los libros que os han vuelto loco".
-
Y así se hizo. Al día siguiente, aprovechando que don Quijote aún dormía, el cura y el barbero entraron en el cuarto donde guardaba sus más de cien libros y los fueron tirando al patio donde la criada los apiló para quemarlos.
-
-¿Y qué pasará cuando mi tío se despierte y no encuentre los libros? -preguntó la sobrina.
-
A lo que el cura respondió:
-
-Lo mejor será tapiar la puerta de la biblioteca y decirle a vuestro tío que un encantador se ha llevado todos sus libros y hasta el cuarto en el que estaban.
-
La idea les pareció bien a todos, y pensaron que con aquello bastaría para devolverle la cordura a don Alonso. Así que aquella misma tarde tapiaron la puerta del cuarto mientras el humo de los malditos libros oscurecía el cielo limpio de la aldea.
* * *
[adaptación de Don Quijote de Miguel Cervantes, de Agustín Sánchez, ed. Vicens Vives, Barcelona, 2005]

martes, 29 de abril de 2008

2) un cuento infantil

rin rin renacuajo
[recita Esther de Lorenzo, Radio 5 "Contando cuentos"]
*
Bienvenidos al reino de los cuentos. Cinco minutos de cuento han de bastar para que brujas, ogros, madrastras y lobos, os hagan pensar y a vuestra fantasía volar.
*
¡Hola chicos!. ¿Alguno de vosotros conoce la historia de Rin Rin Renacuajo? ¿No?, ¿si? Pues se trata de un renacuajo superfamoso en Colombia. Allí es más famoso que el café. Es uno de esos cuentos que siempre te cuentan las abuelas y las mamás antes de salir de casa todo guapo y repeinado. Cuando te ven pinturero y acicalado... ¿Queréis que os lo cuente?
*
Pues esto era Rin Rin Renacuajo,
el hijo de doña Rana,
que salió de paseo cierta mañana.
Muy tieso y muy majo.
Se puso los pantalones cortos,
pajarita a la moda,
sombrerito encintado
y botitas de goma.
*
Y su madre al verlo, le dijo:
-Rin Rin Renacuajo, ¿adónde vas tan tieso y majo?.
Mas Rin Rin Renacuajo dio un salto,
de la charca salió, llorando se fue y a su madre no contestó.
*
Y en el camino, se encontró con un ratón vecino,
que al verlo así de tieso y majo,
dijo a Rin Rin Renacuajo:
-Amigo, ¡venga usted conmigo!
Visitemos juntos a doña Ratona
que hoy da fiesta y comilona.
*
Y hacia allí se dirigieron los dos, contentos y ufanos.
Luego, llegaron a la casa de doña Ratona, y a la puerta tocaron...
"toc toc toc".
-¿Quién es?.
-Yo, doña Ratona. Beso a usted sus pies.
¿Podemos entrar Rin Rin Renacuajo y yo
y la merienda tomar?
-Bueno... Estaba hilando algodón...,
pero no importa. Ustedes bienvenidos son.
*
Así pues, se dieron las manos, se sentaron a la mesa,
y como Rin Rin Renacuajo hacía rato que dejara el charco
y su sed era grande como boca de gato,
su amigo Ratico pidió de beber a doña Ratona
que lucía bonita y resultona:
-Mi amigo Rin Rin está verde que rabia de calor,
¿le podría dar un refresco, por favor?
Y mientras Rin Rin se bebía el refresco de un trago,
"glup"
doña Ratona mandó traer la guitarra
y le pidió a Rin Rin que cantara
versitos alegres o alguna elegante tonada,
que hiciera "cu cu",
que es lo que cantan todas las ranas.
Pero a Rin Rin Renacuajo no le dio la gana
y dijo con remilgo y poca gana:
-¡Ay señora!, de mil amores yo lo hiciera
pero no es posible que le gustara,
porque tengo el gaznate más seco que la estopa
y me aprieta mucho esta ropa.
*
Y aunque doña Ratona la ropa le pidió que se aflojara y la pajarita se quitara
a Rin Rin Renacuajo no le dio la gana.
Y mientras ella tiraba y él se quejaba
se armó tal alboroto, que llegó doña Gata con sus gatitos,
"miaaau"
y aquello entonces se volvió un verdadero estropicio,
y doña Ratona corría y Ratico huía
y doña Ratona era atrapada y su cola arañada.
Y Ratico su amigo a Renacuajo llamaba:
-Rin Rin Renacuajo, Rin Rin, Rin Rin Rin Rin...
ayúdanos un poquitín
que estos gatos nos comen y se dan el festín.
*
Y mientras los gatos se relamían
y a doña Ratona y a Ratico se comían,
Rin Rin Renacuajo se puso su sombrerito encintado
y con dos saltos con sus botas de goma,
los dejó allí tirados, abrió la puerta y se fue dando las buenas noches
y un "¡que aproveche, y que sean muy felices!"
y asustado, Rin Rin siguió saltando y saltando
y el sombrerito encintado entre las ramos se enredó
y la pajarita tan a la moda perdió
y sus botas de goma se descalzó
para saltar y saltar y saltar sin apenas mirar.
Y así es cómo Rin Rin Renacuajo,
que no quiso ayudar a sus amigos
acabó de pronto y tras un gran salto,
en la boca de un pato tragón
¡que había visto todo con una emoción...!
de un solo bocado se lo tragó.
"uaca"
*
Y así terminaron Ratón y Ratona
y Rin Rin Renacuajo.
Y los gatos comieron y el pato cenó,.
Y mamá ranita solita quedó,
diciendo "cu cu" escondida debajo del agua.
*
Os dejo pensando, y con la fantasía volando.
*
"cu cu", cantaba la rana
"cu cu", debajo del agua
"cu cu", pasó un caballero
"cu cu", con capa y sombrero
"cu, cu", cantaba la rana,
"cu cu", debajo del agua
"cu cu", pasó una señora
"cu cu", con traje de cola
"cu cu", cantaba la rana
"cu cu", debajo del agua
"cu cu", pasó un marinero
"cu cu", vendiendo romero
"cu cu", le pide un ramito
"cu cu", no le quiso dar
"cu cu", y se echó a llorar
*
[para escuchar éste y más cuentos: http://www.rtve.es/radio/, en radio5]